viernes, 28 de septiembre de 2007

Un mes sin ti



Hoy hace un mes que nos dejastes. Desde ese día he pensado muchas veces en escribirte, pero nunca he encontrado las fuerzas. Allá voy

Nunca he sido de admirar a un tío que da patadas a un balón a cambio de un buen puñado de euros, nunca he sido de jugadores, yo soy de mi equipo, del Sevilla FC, no de sus jugadores, porque los jugadores al fin y al cabo son profesionales e igual que hoy están aquí mañana están en otro lado, pero tú eras diferente. Por eso a ti te admiraba, tenias algo que te hacía especial, cercano a la gente, humano. Todos los que te conoces dicen que eras una gran persona, pero los que no te conocían también, por algo sería. Se nos ha ido un grandísimo futbolista, pero sobre todo se ha ido una gran PERSONA, de hay el gran vació que nos has dejado.

Caistes en el campo de batalla, como lo hacen los grandes. No he podido evitar las 2 veces que he vuelto a nuestro estadio el mirar a ese maldito lugar donde caistes, pero prefiero quedarme con los buenos recuerdos, con esas galopadas por tu banda izquierda de Nervión, con ese regate imposible, el fútbol hecho filigrana, la elegancia con un balón en las piernas.

Tu corazón se rompió y con él el de todos nosotros. Máldito destino

Siento no haberme podido despedir y no haberte dado las gracias, por eso lo hago ahora. Gracias por ese gol que nos cambio la vida en una noche de feria, gracias por hacernos disfrutar, gracias por dejarlo todo por esa camiseta y ese escudo que llevabas en el pecho, gracias por tener siempre una sonrisa en cada momento y para todos, en definitiva gracias por ser como eras. Si algún día, muy lejano, llegamos a vernos te diré todo eso que no pude decirte en vida.

Antonio cuida de nosotros desde hay arriba, eres nuestro ángel de la guardia. Nosotros cuidaremos aquí de los tuyos.

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