jueves, 28 de enero de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

Palabra de crack

El peligro de estropear a Canales

El objetivo de un jugador que promete es formarse, jugar partidos y si es en Primera División, mucho mejor. A los 18 años la obsesión no debe ser ganar dinero, sino formarse como profesional y también como persona.

Johan Cruyff


Canales (Racing) ejecuta la vaselina ante Villar (Valladolid) en la acción del empate, ayer en El Sardinero. Foto: EFE / ESTEBAN COBO

El fútbol es un deporte de equipo. Un portero más 10 jugadores de campo. En un partido, 11 titulares más tres cambios. Y la temporada, planificada en base a la calidad y longitud de la plantilla. Da igual si esta es más o menos corta o larga. Da igual si el equipo es grande o pequeño. Todos buscan tener lo mismo: el tipo que las enchufe. El delantero es la pieza más preciada. Sin embargo, la figura del 9, clásico o no, goleador en definitiva, no es la solución a todo. Siendo importante, el delantero, primero, se ha de formar y luego ha de encajar. En función de su grado de madurez, de lo que tenga al lado y de cómo juegue el equipo, el mismo futbolista tendrá un rendimiento u otro.

Dos ejemplos para ilustrar este punto de partida. Dos delanteros y dos equipos. Uno, el chaval del que tanto estamos oyendo hablar estos días, Canales (Racing). El otro, Osvaldo, el italoargentino que ha llegado al Espanyol. El primero es una apuesta de futuro. El segundo se supone que llega para revitalizar el presente inmediato. Dos futbolistas y dos realidades distintas que coinciden en lo que les hace atractivos: la capacidad para batir al portero.

En el caso del Espanyol, y esto vale para cualquier equipo, más importante que la nómina de delanteros es la apuesta colectiva. Y la correcta ejecución de la misma. Entendiendo siempre el fútbol como un juego de equipo, imaginemos que el problema es que encajas muchos goles. ¿Significa esto que tu defensa es mala? ¿Que tus defensas son malos? No. En la fase defensiva, tu primer defensa es el delantero. Y en función de dónde empiecen a apretar y de cómo lo hagan los de arriba, atrás vivirán mejor o peor.

Analizar los problemas

Ahora, a la inversa. Tu problema es que marcas pocos goles. Si como equipo generas 10 ocasiones y solo metes una, partido sí y partido también, tu delantero es malo, efectivamente. Si no es el caso, si lo que te cuesta no es enchufarla, sino llegar a tener la opción de enchufarla, entonces tus males son otros, no de delantero. Primero investiga. Cuánto tiempo tengo el balón. Dónde estoy cuando lo recibo. Dónde estoy yo y dónde están el resto de los míos. Qué capacidad tengo para abrir el campo cuando ataco y qué capacidad tengo para hacer el campo pequeño cuando defiendo. Y a qué velocidad lo hago todo. Afirmar que no marcamos porque es un fallo del delantero o una carencia de los mismos es tan fácil como equivocado.

Si típico es este escenario, atípico es el caso tan particular de Canales. Yo no sé si acabará fichando o no por el Madrid. O por cualquier otro grande-grande. Lo único que deseo, siendo tan joven, es que no lo estropeen. Con los jóvenes del Ajax que despuntaban en el primer equipo y eran objeto de deseo de clubs importantes fuera de Holanda, mi consejo siempre era el mismo: quédate como mínimo hasta los 21 años. Y si puede ser hasta los 23, mejor aún. Coge primero equipaje. Adquiere primero la presión de ganar en tu país y esto te dará más opciones para sobrevivir en el extranjero. Alarga tu formación en casa, jugando siempre, y así tendrás más opciones de jugar fuera, donde la competencia es mayor.

Un gran riesgo

A los 18 años y con solo unos pocos partidos en Primera, ligarte a un grande es atractivo, sí, pero entraña un riesgo porque el destino no es el filial. Por lo que oigo, no es el fichaje de otro chaval sin más, sino un fichaje con un gran traspaso y, por tanto, destinado a jugar más pronto o más tarde en el primer equipo, donde individualmente no falta de nada.

A los 18 años has de aprender tanto, como persona y como futbolista, que si desembarcas en un grande demasiado pronto tu equipaje es tan corto que las mochilas más pesadas de los que te rodean te dejan absolutamente atrás. Tanto que puedes acabar fundiéndote. Hay excepciones, sí. Pero son eso, excepciones.
El fútbol será todo lo profesional que queramos, pero aún firmando un contrato profesional, la edad es la que es y la formación es fundamental. Y esta debe ser la correcta, no la de la vía directa. Ya sé que se le puede fichar y dejarle cedido. Es la opción menos agresiva, pero también tiene riesgos.

El entorno familiar

Desconozco el grado de madurez del chaval y la capacidad de los que le rodean para no ahogarse ante tanta expectativa. En función de la sensatez de los suyos, él tendrá una referencia. El fútbol es una carrera corta, pero no tanto. Si tienes calidad a los 18 y haces las cosas bien, tienes un montón de años por delante. Yo intentaría asegurarme el llegar lo más lejos posible tomando las decisiones importantes más adelante. A los 18 años no necesitas muchos ceros en la nómina. Lo que necesitas es jugar y formarte. Y si es en Primera, mejor. Y eso ya lo tiene. Para ganar dinero en un equipo grande hay tiempo. Sobretodo si tienes 18 años.

http://elperiodico.com/BLOGS/blogs/johancruyff/archive/2010/01/18/el-peligro-de-estropear-a-canales.aspx